martes, 23 de diciembre de 2008

15º.- Cochabamba - Santa Cruz



5 de Noviembre de 2008




Cochabamba tiene una población de un millón y medio de habitantes, está situada en el corazón de bolivia a 2.570 m., en un valle próspero y productivo y se la considera el granero del país . Actualmente es una ciudad económicamente muy activa.
Legamos a las 8:00 h. de la mañana y buscamos un hostal, en este caso acertamos de lleno a la primera. El hostal Florida está en la céntrica calle 25 de Mayo, es muy tranquilo, acogedor y la gente de recepción era encantadora, especialmente Martín, que nos advertía de todos las precauciones que debíamos tener, donde comer y a qué lugares ir.

Lo primero que hicimos fué tomar una merecida ducha de agua caliente y después nos fuimos a desayunar al mercado.





Cochabamba y Laguna de Alalay


Hemos pasado de estar a -5ºC en el Salar de Uyuni a tener una temperatura completamente veraniega.
Lo más representativo para visitar en Cochabamba es el Cristo de la Concordia de 33,80 m. de altura, (pedestal aparte), en el Cerro de San Pedro. Curiosamente la imágen del Cristo es muy, pero que muy parecida a la del Cristo Redentor de Rio de Janeiro, con una altura también sin pedestal de 33,00 m. Hay una gran disputa entre brasileños y bolivianos. Los primeros dicen que su imágen tiene los metros exactos que corresponden a la edad con la que murió Jesucristo y los cochabambinos alegan que Jesús no murió justo el dia en que cumplía los 33, así que esos 80 cm. que exceden es por los meses que transcurrieron hasta su crucifixión.






Cristo de la Concordia (Cochabamba)



Cenar en el patio del hostal era un auténtico lujo, el único ruido que se oía era el de los grillos cantando, si acompañamos este ambiente con una botella de vino boliviano Campos de Solana, unas empanadillas de pollo y queso y una bolsa de patatas, se convierte en una noche especial.







Hostal Florida


Pasamos por un mercado de artesania y nos llamó la atención un puesto en el que había un montón de blusas y vestidos muy originales. Irremediablemente comencé a probarme alguna que otra cosilla. Jenny es la propietaria y diseñadora de la ropa hippy de la que me enamoré. Aparte de esta labor y de la de ser madre de cuatro niños, pese a ser tan jóven, lee las cartas del Tarot. Juan le pidió que me las echara, pero sin pagarle. En un principio Jenny le miró estupefacta, pero tras unos segundos, aceptó. No me gustaba demasiado la idea ya que soy muy escéptica en estos temas y nunca me las habían echado antes pero, al final, acepté. En unos minutos, mi vida estaba en el tapete y escuchaba impresionada cómo Jenny me iba hablando del pasado, del presente y me recomendaba acerca del futuro. No tuvo desperdicio el rato que estuvimos allí. Ella leyó mi vida tal cual había sido y era actualmente.
Me dijo que no me cobraría pero que quería algo mio. Algo entrañable que llevaba puesto en ese momento era una pulsera echa a mano en los talleres de niños y mujeres de Rodriguez de Mendoza, y éso fué lo que le regalé. A Juan también se las echó y lo describió con tanta exactitud que, hasta yo misma creí reconocerlo por vez primera.
Pero lo más bonito que nos dijo fué que estaba extasiada con la armonía que desprendíamos como pareja.

Por cierto, compramos tres blusas maravillosas.







Juan, Jenny y Elisabet



Al dia siguiente quedamos para almorzar en un vegetariano. Ella es nuestro mejor recuerdo de Cochabamba.






Jenny, Aiún y la pequeña Iris



SANTA CRUZ DE LA SIERRA




Nos llevamos una extraña sorpresa cuando llegamos a Santa Cruz. A lo largo de toda Bolivia hemos escuchado cientos de veces hablar sobre el carácter independentista, orgulloso y altivo del cruceño, por lo tanto esperábamos que la ciudad fuese el fiel reflejo de ese espíritu. Sin embargo, al bajarnos del autobús aquella mañana, no nos encontramos con esa  urbe industrializada, ordenada, limpia y ejemplo para el país, sino todo lo contrario, suciedad y dejadez en sus edificaciones y calles, con grandes pintadas en cualquier fachada que en su dia fuera blanca, haciendo manifestaciones políticas en contra siempre del presidente indígena del país Evo Morales.

Los pueblos indígenas más conocidos son el quechua, seguido del aymara, el guaraní, el chiquitano, el guarayo y el afrodescendiente.

Hay una mayoría de cruceños ó "cambas" que provienen de la mezcla con los antiguos conquistadores españoles. Su piel es más clara y eso hace que se sientan diferentes, “superiores” a sus hermanos bolivianos de piel más oscura, a los que llaman "collas", sobretodo los provenientes de la zona de Cochabamba, La Paz y Sucre.

La discriminación racial es evidente en toda Bolivia y aún se nota más en el departamento de Santa Cruz.

El cruceño es empresario y capitalista, posee grandes latifundios, una importante industria agropecuaria, uno de los mayores yacimientos de hierro del mundo y una agricultura industrial con la soja. La postura de la mayoría de los ciudadanos en este departamento es el separatismo, y el desacuerdo con que su capital se reparta con otras autonomías menos afortunadas.

Está en juego una lucha por “el espacio del poder”. Gobierno y el departamento de Santa Cruz de la Sierra están en posiciones enfrentadas y posturas intransigentes.

Cualquier conversación que se tenga en la ciudad deriva siempre en política. En todas ellas hemos puesto como ejemplo a España y su transición hacia las autonomías, hace ya veinte años de ello. La gran diferencia, afortunadamente, es que no teníamos el problema de la diferencia de tonos en nuestras pieles, pero sí la desigualdad en las riquezas que producían las ocho regiones que componían el país. Comparábamos a Santa Cruz con los industrializados País Vasco y Cataluña y cómo (aunque también a regañadientes), repartieron parte de sus beneficios a otras zonas más empobrecidas como eran Extremadura, Andalucía, y Galicia. Gracias a ello, hoy en día España tiene una gran madurez autonómica, pero al mismo tiempo un espíritu solidario mantenido por el gobierno central, que nos hace pertenecer de pleno derecho a la Comunidad Económica Europea y ser la octava potencia mundial en estos momentos.

Salvando el tema político hemos de decir que encontramos gente encantadora en Santa Cruz, tanto en la ciudad como en los pueblos de su entorno. 
   
Decir también que esta opinión que damos es exclusivamente acerca de  nuestra experiencia personal vivida a lo largo de dos meses en Bolivia, en los que hemos recorrido el país de Norte a Sur y de Este a Oeste y sobretodo que este relato se escribe en el año 2.008, quiero decir con ésto que las circunstancias vividas en un presente se convertirán en un momento "histórico" y se leerá este texto cuando las circunstancia, esperamos, sean diferentes.

   Pues bien, llegamos pues una mañana de domingo en la que se dejaba notar claramente su clima tropical. Después de visitar varios hoteles, tan sólo pudimos encontrar el Residencial Bolivar, sin baño privado, así que al dia siguiente buscaríamos otro. De momento, disfrutábamos de él a tope.






Patio del Residencial Bolivar


El patio del hotel era precioso, con una frondosa vegetación y un par de tucanes que hacían las delicias de los clientes.






Jugando con un tucán
A una cuadra del Bolívar estaba el hotel La Paz y, la habitación que vimos era como una especie de apartamento, con sofá, frigorífico y televisión. Después de llegar a un acuerdo en el precio con Carmen Rosa, la dueña, pudimos instalarnos en este precioso alojamiento en el que estaríamos hasta el dia 21 de Noviembre que cogeríamos el vuelo de regreso a España, en total serían diez dias.



Hotel La Paz, debajo del gran árbol frutal Chachairú

Minina, la gata del hotel no dejaba dormir a Juan

¿Alguno de vosotros se ha quedado encerrado en un museo? En este viaje tenía que pasarnos casi de todo, hasta éso, quedarnos durante varias horas atrapados literalmente en el Museo Nacional de Arte en Santa Cruz, todo gracias a un gran despiste del encargado de dicho museo que, no se dió cuenta de que estábamos en la primera planta viendo una exposición de óleos, así que se fueron a almorzar y hasta la tarde estuvimos allí viviendo el Arte con toda minuciosidad..., tiempo teníamos de sobras. Y gracias a que no era fín de semana, si no estaríamos todavía allí.



Museo Nacional de Arte en Santa Cruz


Había que tomarselo a risa....



Haciendo tiempo en una sala del Museo

Cerca del hotel nos encontramos con esta mujer y sus hijos, ella hacía collares con semillas de Huayruros, símbolo de la buena suerte, también se utiliza contra el mal de ojo. Pertenecen a la tribu paraguaya de los Ayoreos-totobiegosode, del bosque del chaco, cuyas tierras están siendo arrasadas por los grandes terratenientes para introducir su ganadería. El pueblo ayoreo se vé forzado a refugiarse en las últimas franjas de bosques que quedan.



Comprando collares y bolsos hechos a mano


Llegamos al pueblo de Samaipata, a dos horas de camino, su significado en quechua es "descanso en las alturas", buscamos un taxi que nos llevara a El Fuerte y a Amborós, entonces conocimos a Steve, de Chicago, el cual andaba como nosotros, buscando un medio de transporte para ir a los mismos lugares. Decidimos ir juntos los tres en el taxi de Rosendo y así nos saldría más barato.

El Fuerte es la piedra tallada más grande del mundo, tiene 200 m. de largo y 60 m. de ancho. Fué un centro de ceremonias en la época preincáica. Declarado por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad.



El Fuerte


Diferentes recintos ceremoniales
Menos mal que no nos dió por hacerle una foto de la retina a la serpiente, después nos enteramos de que era una de las más venenosas de la zona.




Desde El Fuerte al Parque Nacional de Amboró fué un paseo. Este parque tiene una de las mayores reservas de flora y fauna únicas en el mundo. Nosotros fuimos a ver los helechos gigantes.


Rosendo, Juan y Steve
El tamaño de las diferentes especies de helechos varian, desde los más pequeños que parecen musgos hasta estos árboles que llegar a alcanzar los cuatro metros.



Helechos centenarios





Almorzando en Amborós
Al regresar, Rosendo iba explicándonos propiedades de plantas que nos encontrábamos en el camino. Nos hizo mucha gracia esta. Se le llama vergonzosa y es que cuando la acaricias se pliega, como si le hicieras cosquillas.

Vergonzosas, lo mejor para el reumatismo
Otra anécdota que nos contó también es que en Samaipata los burros no tiene propietarios, ya que la tierra se cultiva con tractores y la gente tiene coche propio para transportar los productos del campo, así que éstos andan sueltos a su antojo. Sí son muy valiosas las burras negras cuando están recién paridas, entonces se las llevan a la ciudad y venden la leche en pequeñas cantidades por 10 bolivianos la dosis (1 €). Dicen que es muy buena para el asma.
Por la tarde hacíamos tiempo esperando algún vehículo que fuera para Santa Cruz y nos llamó la atención ver a estos chicos y chicas hacer sus deberes escolares en los bancos de la plaza del pueblo.





Plaza de Armas de Samaipata

La colonización de América fué emprendida por sacerdotes de distintas órdenes religiosas, entre ellas estaban jesuitas y franciscanos. A finales del s. XVII comenzó la creación de las misiones jesuitas en territorio boliviano, su misión era la de "evangelizar".

El atractivo turístico de toda esta zona de la Chiquitanía es realmente sus iglesias, verdaderas joyas arquitectónicas. Durante unos dos siglos quedaron completamente ocultas hasta la realización de la película de Robert de Niro, La Misión, que la hizo mundialmente conocida.

El lunes, 17 de Noviembre salimos muy temprano en autobús hacia La Misión de San Javier, fundada en 1.691.
Iglesia de San Javier


El padre suizo Martin Schmid fué el arquitecto de esta increible obra maestra, de estilo barroco mestizo. La madera del lugar es uno de los materiales naturales más empleados en la construcción.



Arco en la entrada principal

Interior de la Iglesia de San Javier



Interior de la iglesia, parte posterior


Juan y restos de antiguos tubos de un órgano




Este fruto se llama Tutuma - Patio de la Iglesia




Campanario de San Javier
El medio de transporte público empleado en esta zona es la moto. Los pueblos no están asfaltados y suponemos que es el único vehículo económico que puede circular por estos barrizales en épocas de lluvias.



Parada de taxis-motos en San Javier
A primera hora de la tarde del mismo dia llegábamos al pueblo de Concepción, a 300 km. al noroeste de Santa Cruz.
Nos alojamos en un hostal a una cuadra de la Plaza de Armas.


Hostal Colonial

Su catedral, de la Inmaculada Concepción de María fué fundada en 1.709. y, salvo algunas variaciones, es una réplica de San Javier.

A diferencia de San Javier, las columnas de la Catedral no están pintadas.

Patio de la Catedral



Detalle del las columnas soportando el techo





Columna tallada por los nativos de la zona




Interior de la Catedral de Concepción




Patio de la Catedral
A la mañana siguiente y después de un suculento y variado desayuno, regresamos a Santa Cruz.

Comedor del Hostal Colonial
Entablamos una estupenda amistad con Berta Rosa, hija de la dueña del hotel La Paz. Allí estábamos encantados, muy tranquilos y disfrutando a tope de nuestra recta final en este maravilloso lugar. Rosa, como la llamábamos, es una estupenda cocinera y repostera . Nos hizo disfrutar con sus empanadas argentinas de pollo y sus panecillos con queso fresco que nos servía en el desayuno la amable y cariñosa Margot, empleada del hotel. Hemos charlado con Rosa durante horas. Una noche nos invitó a su casa para conocer a sus tres hijos y para que le preparáramos algún plato de comida española, así que hicimos una paella, un salmorejo y patatas brava. Pasamos un rato muy agradable.
En casa de Rosa con Marcelo, su hijo mayor
Nuestro último placer turístico fué visitar en pleno paisaje selvático el Biocentro Güembe, un paraiso natural de 24 Has. de bosques exhuberantes, en el que existe un aviario que te permite estar en contacto directo con muchas especies de pájaros de multitud de colores.
Vistas desde el mirador del aviario sobre el Parque Amboró
Rincones energéticos en los que las orquídeas cubren sus rincones.
Juan concentrado en un centro de energía de este Parque
Recorriendo Güembe a caballo
Existen 10 originales piscinas totalmente naturales, cuyo fondo es de arena blanca.
Las piscinas están dispuestas en desnivel. Las aguas de la cascada principal llegan hasta la impresionante laguna que recorrimos en kajac.
Una de las cascadas


Un momento de descanso para evitar el "estrés"



José Alanes es un escultor cochabambino que convierte cualquier árbol en Arte. Ha tardado dos semanas en hacer estas tallas.





José Alanes



¡Vaya dia el que pasamos!



Laguna en el parque

El grosor del bambú es espectacular


Te encuentras animales diversos por todas partes.





Elisabet y la tortuga
Coger esta tortuga no tenía mérito alguno, pero y........????




¿Una tarántula?
Nuestra amiga tarántula se encontraba en el laboratorio de Entomología del parque y esta "Lycosa Tarántula" que parece un peluche es de la familia de los Lycosidaes. No pica a no ser que tenga hambre y, ésta, me aseguraron que ya había comido.

La noche del 20 de Noviembre celebramos nuestra última noche en Santa Cruz con Rosa en un precioso restaurante cerca del hotel donde hay música en directo, fué una cena de lujo.
A la mañana siguiente, de compras. Antes de Santa Cruz apenas si hemos comprado algún recuerdo o capricho, ya que el hecho de ir con mochilas hace que te lo pienses dos veces antes de cargar con mucho peso.


Despidiéndonos de Rosa en el hotel


El avión Torísimo de la línea aérea Aerosur, que realiza el vuelo directo hasta Madrid, salía a las 16:oo h. del dia 21 de Noviembre, al dia siguiente y ya por la tarde Air Europa se encargó de llevarnos a casa.





Fin


Mochila al hombro

Viajar es asistir a la gran Escuela del Mundo, en la que aprendes Naturaleza, Idiomas, Arte, Geografía, Sociología ó Historia en "tiempo real".


Es reconocerte en la gran Torre de Babel, donde se entrecruzan culturas tan similares y diferentes a la tuya.

Aprender el gran valor de las cosas pequeñas, las emociones sencillas y los momentos inolvidables, compartidos con gente que conoces durante un instante.

Adaptarte a carreteras o senderos, el camino está sin planificar.

Romper con la rutina, lo estático y convertir cada dia en una sorpresa.

Viajar es regresar y soñar con volver.


Elisabet Arana y Juan Rodríguez